martes, 24 de agosto de 2010

Slow Glass


Ojos de ciudad que se empañan con el aliento que respirás. El invierno no da tregua y tu silencio se piensa quedar quieto unos días más.

Sonríe por fuera y muere por dentro, otra historia más de esas que nadie cuenta por la vereda que transitan millones de personas al azar.

Resulta conveniente que nadie note esa lágrima que cae camuflada entre un beso y un adiós. Es que nadie mira porque a nadie le importa. Esta ciudad que se alimenta de corazones y soledad. Que no da respiro con su gris cansancio y su ciega indiferencia. Pero aún es más complicado despertarse en un mar de dudas, rodeada de sábanas que no son el comienzo, sino más bien el final de un día en el laberinto, un noche más pérdida en el mar de gente.

Áspera caricia de un amante sin corazón que estrecha tu mano sumido en lo ajeno a tu dolor. Solo es cómplice de lo que no te pasa, de lo que te daña, sin poder cerrar la herida que día y noche callás.

Dicen que luego del fuego viene la lluvia, y es tu amargo consuelo para ese sabor amargo que no te abandona, pero que a su vez te impide decirle adiós al amor.

"There's a fawn with brown eyes,

a broken hoof from brooklyn stars,

a summer night".

Matt Pond PA - Brookly Eyes


Nota: post robado a Sebastián Perez sin autorización. La foto es mia.